sábado, 31 de enero de 2009

Confesiones



....No se notaba absolutamente nada. El cadaver había sido ocultado perfectamente. Qué se podía esperar con tanta experiencia ocultando cadáveres. Jamás había dejado que se encontrara alguno. La peor parte sin duda alguna era volver para llevarlo a mi casa antes de que se pudra.

Comer carne humana es un placer, un placer mayor que la muerte. Lo que no entiendo son esos hijos de puta, asquerosos que violan a sus víctimas cuando ya están muertas... la verdad que jamás me sentí atraído por ningún cadáver, jaja. Eso sí, jamás violé a mis víctimas, ni vivas ni muertas. Todas fueron mujeres.
En éstos tiempos y mucho más, en éste lugar es difícil encontrar buen sexo. Y Cuando uno lo encuentra sería una estupidez arruinarlo todo por el maldito placer de comer carne humana y despedazar un cuerpo tan bello como el de una hermosa dama. No señor, yo prefiero disfrutar de dos cosas totalmente distintas. Hasta el día de hoy jamás pude elegir con cual me quedaría si me dieran a elegir uno de los dos.
El matar a mi hermana me hizo llorar varias veces durante un año después de ocurrido el hecho, trágico según algunos. Sentía mucho dolor al ver tan destruídos los corazones de todas las personas que la querían. Yo la odié toda mi vida, jamás conocí a alguien tan hipócrita y egoísta como ella. Eso si, poseía tanta belleza física que buscarle defectos era una total pérdida de tiempo. Jamás pude encontrarle uno en veintiun años de mi vida. Pero destruír esa obra de arte fue algo indescriptible. Sentir esa piel tan pero tan suave en mis manos. Ver como la sangre con un rojo tan intenso manchaba la hermosa piel blanca de mi querida hermanita. El placer llegó a su punto máximo al oír esos gritos que penetraban en mi cerebro sentía que en cualquier momento me quedaba sordo, pero seguí...
El movimiento empezó a disminuír, me di cuenta de que ya no necesitaba hacer tanta fuerza para sostener esas frágiles muñecas. Esa mirada que hasta el día de hoy la recuerdo perfectamente, sus ojos no entendieron absolutamente nada hasta el momento en que su horrible corazón dejó de latir.
Tenía mi cabeza apoyada encima de su tibio pecho escuchando como su mecansimo dejaba de funcionar.

Patricio Corvalán

Foto: MrKostas

miércoles, 28 de enero de 2009

Recién, recién la pongo

¿Por qué esa manía de los kiosqueros y los repositores de super de poner las gaseosas en la heladera justo antes de intentar comprarlas? ¿No pasaron nunca por la situación: -¿Tenés una Paso de los Toros Pomelo?- -Mirá, recién recién puse “todas” las gaseosas en la heladera así que están “natural”-? ¿Por qué? ¿Es que acaso hay una conspiración contra nosotros para que no compremos las bebidas frescas? Y ojo, porque no sucede sólo con gaseosas, también pasa con la cerveza, jugos en tetrabrick y otros formatos.

¿No deberían ponerse las bebidas bien temprano como por ejemplo cuando abren el kiosco? Son muchas interrogantes, pero es que me pasó tantas veces que no puedo dejar de pensar en eso. ¿Realmente se terminan las bebidas tan a menudo como para que suceda tan frecuentemente? Es todo un misterio. Yo entiendo que a veces llega el camión con la mercadería y dejan los packs de botellas. Pero… ¿Se terminaron todas las gaseosas justo antes de que llegue el camión? ¿Todas? Porque a veces sucede que “todas” están calientes, ninguna fría. ¿No habría que ir poniendo botellas a enfriar a medida que vemos que se van terminando y no esperar a que la heladera esté vacía para llenarla? Digo, para beneficio del cliente. ¿O es muy complicado? Quizás es complicado y hay algo de lo que me estoy perdiendo.


sábado, 24 de enero de 2009

Rany The Dog

Rany fue un glorioso perro que vivió en la década del 40. Condecorado por diversas agrupaciones militares y gobierons de distintos países de todo el mundo. En el mes de enero del año 1944 se le encarga a Rany el asesinato de Adolf Hittler, debido a su alto desempeño en las fuerzas oficiales (el desempeño del perro, no de Hittler).
El can, no tan en desacuerdo con las ideas del führer presenta por escrito su renuncia a dicha misión, aclarando sus razones detalladamente a lo largo de un documento constituído por 3 hojas oficio, escritas de un solo lado. Esta carta, que fue enviada por el mismo Rany el 3 de febrero de 1944 a la escribanía de una especie de sede de una agrupación de países que luego se conformarían como las NAciones Unidas, gracias al impulso dado por Rany que los hizo pensar - Si un perro puede mandar una carta, por qué nosotros no podemos formar la ONU?!-.
Hoy en día, esta carta, un poco más amarillenta y con los bordes carcomidos por los años se encuentra enmarcada en plexiglass, en el museo Louvre, con una aclaración debajo del marco que dice: "Este, hasta la fecha, es el único documento escrito por un perro, y no cualquier perro sino uno de los mejores perros asesinos a sueldo que la Historia haya podido tener" (La historia humana y la historia de los perros)

Gracias a tan heroico abandono del deber, la decisión de tan afamado canino permite que un año más tarde, un 30 de abril, Hittler también abandone, sólo que en este caso, la idea de huir de Berlín y prefiera suicidarse con una Walther PPK calibre 32 y suicidar también a su esposa, no sin antes beber cianuro, los dos, para asegurarse. Esta pistola alemana, caño corto, años más tarde es utilizada por James Bond, que al igual que Hittler, pensaba que tenía lincencia para matar.

Dos meses después de la muerte de Adolf Hittler, Rany es condecorado por no haber intervenido en un hecho histórico tan importante que habría agregado un detalle curioso y ridículo a la violenta historia humana y sus guerras. Se imaginan la película "La Caída" si Hittler no hubiera estado en el Bunker sino que hubiera sido asesinado por un perro cuando estaba desprevenido?

La humanidad entera agradece al perro no haber ridiculizado los libros de historia haciendo la muerte de Hittler menos verosimil de lo que es hoy en día. Pero lo condenamos por compartir ideales con el Führer que por cierto no son para nada "mejores amigos de hombre".

Patricio Corvalán
Photo Credit: XxAcGXx