Y mis pensamientos de autodestrucción y transformación decayeron considerando la evolución del entorno y la mía, ahora las cosas son distintas.
Ahora la destrucción se aplica a las otras personas. Por dios, cómo perdí vocabulario, me lo estoy olvidando paulatinamente. A veces camino por el centro y me imagino (con una calidad de imagen y reacciones muy similar a la realidad) frenando, apuntándole a alguien en la cabeza, sin mirar por la mira porque es demasiado cerca. Aprieto el gatillo y la sangre levita unos instantes en el aire y los ojos de los testigos se abren. Luego las gotas caen y estallan en el suelo. Los autos no dejan oír al líquido cayendo sobre la superficie urbana, luego los gritos no dejan oír los autos y los automovilistas se confunden al oírlos y ver la gente correr, entonces ocurren otros accidentes. Otros accidentes como el mío, de confundir mis pensamientos con la realidad y crear todo este caos, que ahora cobró vida y está muy asustado.
A todo esto yo sigo caminando, por detrás de mí se ve(fuera de foco) en cadáver tendido de un hombre en campera de jean y zapatillas…
Y mientras se desangra, tiembla con espasmos y frunce el ceño… la gente se acerca, y lo sofocan. Terminan matándolo y poniéndolo en televisión para que otros vean lo que pasa cuando la humanidad se aburre.
Patricio Corvalán
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