Allá donde el horizonte se quiebra se forman tus palabras.
En la última hoja del cuaderno, en el primer renglón,
debajo de la fecha, arriba de los besos.
Los discos que separan edificios
se elevan por el aire de las veredas,
por los momentos de las fotos.
Las manchas de cada mosaico,
el óxido de cada visagra;
todos cómplices.
Presenciando despedidas,
abrazos eternos que pertenecían a otros.
El azul terminal que me recibió,
cuando todavía era de noche,
sin siquiera dormir,
y una leve brisa etílica...
...que hace chispas, quizás,
donde se quiebra el horizonte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario