jueves, 17 de julio de 2008
domingo, 6 de julio de 2008
miércoles, 2 de julio de 2008
Hancock (Trailer)
Sinopsis: Esta película es sobre un superhéroe que es un desastre. Contrariamente a las otras figuras de super héroes que tenemos como el científico millonario de batman, el tipo de gafas que trabaja en el diario que es Superman, el fotógrafo mediocre, también de un diario, que cobra $2 en ticket proms por foto que es Spiderman..., etc. A Hancock pareciera no importarle nada, en especial los daños materiales que le ocasiona a la ciudad cada vez que salva vidas humanas. Bueno, vean en trailer que parece copada. Supongo que se habrán inspirado un poco en Iron Man, la versión reciente en la que actúa Robert Downey Jr. , que todos sabemos que tiene una personalidad bastante particular, y para lo que no lo conocen vean "Una Mirada a la Oscuridad", película colgada si las hay.
La Sconosciuta (Trailer)
martes, 1 de julio de 2008
Oh... La Utopía de la Ciudad
Los 2 Palomos
De Lo Analógico a Lo Virtual
"Por lo tanto, la informática se encuentra en el corazón del régimen perceptivo contemporáneo, cuando el ojo, primero solo y luego con su prótesis, la cámara, se hallaba en el corazón de los sistemas precedentes. La imagen analógica daba cuenta de un estado de hecho, mostraba, con las deformaciones de que hemos hablado, las apariencias y el movimiento de cuerpos perceptibles por el ojo humano. La observación informática analiza radiaciones que escapan a la vista y codifica sus componentes, penetra los cuerpos sin traumatizarlos, por tanto sin alterar su funcionamiento.
A partir de los datos registrados por la computadora, resulta fácil operar simulaciones, por ejemplo, instaurar contrastes entre las partes de un conjunto, digamos la distribución de las tensiones energéticas en el universo, o las modificaciones que acarrea la actividad metabólica de tejidos vivos, para ofrecer de ello una imagen teórica que nada corresponde a lo que la mirada es capaz de captar pero que transpone en el espectro visible lo que nos resulta invisible. Tratados con otros programas, los mismos datos se volverán dinámicos, restituirán el volumen, las modificaciones en el tiempo, la evolución futura de un cuerpo. Mientras que el cine registraba cambios en el momento en que estos ocurrían, la computadora puede construir transformaciones, hacer que un tumor de desarrolle o involucione, que una planta se marchite y luego vuelva a nacer.
Sabemos que la imagen analítica estaba determinada por la elección de un sistema óptico. La informática, en cambio, depende de los códigos de transcripción definidos por el creador; de este modo, no percibimos los fenómenos invisibles y sólo vemos de ellos una transposición establecida a partir de dichos códigos.
¿Qué nombre dar a semejante imagen?
La variedad de las expresiones que sirven para designarla muestran hasta que punto sorprende y estorba.
Se la puede llamar ‘numérica’ o ‘digital’, por estar hecha exclusivamente de notaciones binarias del tipo presencia/ausencia.
La imagen sintética ya permitía representar diferentes aspectos de un cuerpo, pero el usuario no tenía ninguna iniciativa personal, no veía más que lo que se había dibujado, cuando la computadora, por el contrario, le permite escoger lo que le interesa, agrandarlo, transformarlo. Sin embargo, es el adjetivo ‘virtual’ el que, en mi opinión, más conviene a la imagen informática, porque ‘digital’ es una indicación meramente técnica, e ‘interactiva’ concierne esencialmente a un tipo de uso. A diferencia de la imagen sintética o la analógica, la virtual n se basa necesariamente en un objeto reproducido del mundo; puede ser puro movimiento, sin vehículo ni objeto, puede ser más que una sensación y no mostrar nada en absoluto. La imagen virtual no tiene un soporte que el usuario pueda tocar, no está ligada a papel, como la fotografía o el dibujo, ni con la película o la banda magnética, como el cine o el video. Pautada por códigos modificables, carece de estructura previa o formato específico, e implica en potencia una capacidad indefinida de actualizaciones, muhcas de las cuales jamás lo serán. Para decirlo en pocas palabras, es fundamentalmente impalpable, tanto en su construcción como en su ejecución, y precisamente en esto supera a la interactividad.
La imagen analógica construía cierta verdad, hacía ver el mundo en un eje particular pero dependía estrechamente de dicho mundo y de las coordenadas que le son propias. Bien utilizada, la imagen virtual descubre universos desconocidos, ajenos a las dimensiones humanas.
De manera más trivial, sobre algunos indicios reconstruye en forma meticulosamente exacta y convincente acontecimientos que jamás ocurrieron, simula, deforma, borra. Es comprensible por qué se anuncia aquí un nuevo régimen perceptivo. La imagen analógica había valorizado la percepción ocular, siendo evidente para todos que una foto extraía su origen de un fragmento del mundo. Con la imagen virtual, la creencia en la realidad física de un modelo cuya foto sería una analogía se vuelve ilusoria, y el ojo, que se niega a ser engañado, se divierte sabiendo que no debe confiar en nada de lo que se le muestra."
(*"El Siglo de la Imagen Analógica", Pierre Sorlin)
El mundo construido condicionado por nuestros ojos:
“Como la sintética, la imagen analógica es inseparable de la visión humana, está condicionada por la calidad de la iluminación y la anatomía de nuestro sistema visual. El ojo humano sólo es sensible a una muy pequeña fracción de las ondas que recorren el universo, es ciego a las mayorías de las radiaciones, y nuestra organización social, en gran medida, depende de nuestra estructura ocular. El mejoramiento de los microscopios y los telescopios, desembocando en la observación de lo muy grande o lo muy pequeño, amplía el conocimiento del mundo, pero en un registro que sigue siendo el de la óptica tradicional. Ahora sin embargo, diferentes procedimientos permiten tener en cuenta radiaciones invisibles como el ultravioleta o el infrarrojo. Así, ciertos datos para nosotros imperceptibles son recogidos y codificados, pero sólo logramos captarlos si son ‘traducidos’ en el delgado espectro que está a nuestro alcance. Por trasposición, obtenemos un acceso a fenómenos invisibles, pero lo que vemos como ‘traducción’ no es lo que se produce en la atmósfera”.
La Exactitud de la Fotografía
La reputación de exactitud, de objetividad, que se dio a la imagen analógica radica en su inmediatez: corresponde a un objeto o a un fragmento del universo del cual es la huella y, contrariamente a la imagen sintética, no acumula los indicios o las alusiones, no fue fabricada para demostrar algo.
Dos fotos con distancias focales distintas no son calcos, sólo mantienen una relación de analogía con lo que representan, y el adjetivo griego “Analogos”, ‘Proporcional’, nos indica lo que conviene entender con esto: hay identidad de relación entre los diversos elementos del mundo (un personaje, árboles, una verja, cierta iluminación).
Una Mirada Diferente
Una de las mayores atracciones de la imagen analógica radica en su ambivalencia. Registra sin inventar nada pero somete todo lo que capta a las normas de su óptica. Si revela mundos antaño inaccesibles, si multiplica las réplicas del universo ambiental, desplaza, transforma todo cuanto ofrece la mirada.
Durante milenios, frente a la imagen sintética, el observador había debido movilizar su conocimiento de los códigos utilizados en su medio. Repentinamente frente a la imagen analógica, tuvo que ejercitar su sentido crítico, evaluar, tras la ilusión de evidencia, las distorsiones impuestas a lo real. Este cambio de óptica que perturbaba la relación de las sociedades consigo mismas y con su entorno no fue aceptado sin resistencia, sino que tuvo fases de estancamiento y de brutal aceleración y operó sobre la larga duración.
Las novedades, como la fotografía o la televisión se conocieron muy pronto pero se adaptaron lentamente. En efecto, la imagen analógica no destronó de un solo golpe a la imagen sintética, que sobrevivió honorablemente y todavía es utilizada en nuestros días.
Del mismo modo, la imagen analógica tiene ante sí un largo período de supervivencia, pero poco a poco el régimen perceptivo que engendró se ha disuelto.
(*extraído de: "El Siglo de la Imagen Analógica", de Pierre Sorlin)