Partiendo un domingo a la noche. Solía ser en el sentido inverso, pero de visitante me visto. Un extraño sin alma que deambula por peatonales y cines; por veredas transitadas millones de veces, bajo soles comunes, balcones y cocinas.
Los extraños se juntan y ya no se reconocen.
Los extraños.
Los extraños.
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