jueves, 13 de diciembre de 2012

Cayendo en la puerta


Hoy me bajaba del auto,
tres de la mañana.
Había desenchufado el ipod, 
de la entrada auxiliar.
No me di cuenta
y cayó directo al suelo.
En el estacionamiento,
hizo eco en el impacto.
Sentí que su vida reducía,
unos meses menos.

Si bien quizás los años son los mismos, 
el tiempo es el mismo.
Yo siento que la vida se reduce.
Con cada impacto,
la vida disminuye.
Las horas serán iguales, 
pero se sienten menos.

Quizás eso es la duración.
No las vueltas del reloj, 
sino lo que se siente dentro.
Uno puede vivir 80 años, 
pero morir a los 30.

La percepción aquí roba alas,
se lleva arriba las circunstancias.
Se aleja, se ríe, 
todo es distinto ahora.

Se durmió, se hundió.
Dio vueltas. Sensación.
Desde el interior arde,
se vuelve gris.
Todo se vuelve gris.

Y así se nubla el canto.
La vida se vuelve una nube.
Una burbuja con humo.

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