domingo, 9 de diciembre de 2012

So close no matter how far.

Tipeando desde teclado ajeno llegué al día de abandonar la ciudad de los fantasmas. Quedó intacta y hermosa como siempre.
Partiendo un domingo a la noche. Solía ser en el sentido inverso, pero de visitante me visto. Un extraño sin alma que deambula por peatonales y cines; por veredas transitadas millones de veces, bajo soles comunes, balcones y cocinas.
Los extraños se juntan y ya no se reconocen.
Los extraños.

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