lunes, 10 de diciembre de 2012

Fragmentos de Diciembre


Miedo de un Planeta Blanco.
Con el sol contra el monitor, escuchando a este británico spinetteano cantando sobre bases complejas y precisas. Mis cenizas. Palabras de Porcupine y de Stone Sour. Imagen que me recuerda a las cenizas del flaco sobre la costanera de Buenos Aires, a los muebles de hormigón copiados en el norte, modelados una vez ya emplazados. Gracias por el audio. Sí me aislan.
Pasa el paisáje verde, seco y con árboles. La misma ruta, ida y vuela mil veces. No serán 1200 Kilómetros pero si los sumamos son cientos de miles, quizás más. Viajes solos, viajes en compañía, viajes felices, viajes anudados.
Baterías, guitarras y amplis. Subsuelos, escaleras caracol, tinta, agujas, pulseras de cuero, pipas de pirex, zapatillas de skater y objetos de diseño. Puertas de vidrio y de nuevo al calor. 
Respirando automáticamente, mordiéndome y no pudiendo ver la película a falta de software. No me queda más que escribir. Dejar destellos de imágenes, todas mezcladas, obvio. Cómo más podía ser? No tengo ganas de organizar nada mientras este vehículo esté en movimiento. Sólo ver a mis dedos moverse sobre este pequeño teclado blanco.

Parece que somos varios los que no podemos dormir. Way out of here.
Dos noches anestesiadas hasta el cansancio, hasta caer en la cama y abrir los ojos después del mediodía. I don't miss each other. No sé si lo inventaste vos o estaba en el guión. Pero suena perfecto y ahí tenía que ir.

No te asustes si el tiempo se me pasa. El óxido hace su gracia por dentro de la tráquea y el esófago. A veces navegar se hace presiso, en barcos que se estrellan en la nada. Cuanto placer pueden soportar mis oidos antes de llegar. Cuánto aire pasará por mi interior antes de irme de este mundo. Cuántas imágenes pasarán por mi cerebro antes arrancárme la cabexa de tanto pelear con ella. 

Estos recursos que vuelven décadas después y la autora no está por estos front-ends para ver que quedaron en algún lado. Además del papel que estará guardado en algún lugar en la casa de sus padres. Leíste mi agenda?! Y ahora yo soy el freak? Cuántos papeles escritos! Cuántos guardados en placares, cuántos consumidos y cuántos abandonados en el tiempo. Cuántos no podrán ser leídos nunca más. Cuántas cartas escritas a una señorita en París. Cuántos cuentos sin terminar, cuántos sueños sin empezar.

¿Cuántas veces vas a ver morir?

No hay comentarios: